En estos momentos ya sabemos que la inteligencia emocional forma parte del ABC del liderazgo y que cualquier líder que se precie la necesita para mejorar y sacar el máximo potencia de su equipo.
Daniel Goleman, padre de este término, la considera como una cualidad indispensable para un liderazgo exitoso. Nos indica que la inteligencia emocional define y desarrolla a los líderes mientras que la experiencia y el coeficiente intelectual quedan relegadas a ser algo más secundario.
Según una investigación de TalentSmart, es considerada el predictor más fuerte del liderazgo.
A su vez, Daniel Goleman divide la inteligencia emocional en cuatro competencias básicas:
CONCIENCIA DE TI MISMO
Como líder debes conocer tus fortalezas pero por encima de todo tus debilidades. Reflexionar y analizarte es vital para poder mejorar. Sin este conocimiento es difícil mejorar competencias y habilidades así como ser un buen líder. ¿podemos ayudar a los demás si previamente no hemos trabajado en nosotros mismos?
"La autoconciencia se trata de su capacidad para sentir cómo se está mostrando, para tener una visibilidad sin distorsiones de sus propias fortalezas y debilidades, y para ser capaz de medir las emociones estás experimentando personalmente".
AUTOGESTIÓN
Un líder capaz de regularse es un líder que tendrá mayor facilidad para enfrentarse a situaciones de presión y estrés, sin hacerlo saltar todo por los aires.
¿somos capaces de leer las emociones de los demás?
¿nos influyen?
¿podemos regular nuestras emociones?
No estamos hablando de que no nos enojemos ni estresemos, sino de que cuando eso pasa, tenemos la capacidad de regularnos y ser emocionalmente inteligentes.
CONCIENCIA SOCIAL
Un líder trabaja con personas y es imprescindible que sepa leer las emociones de las personas que tiene a su alrededor, que sea capaz de tener empatía con ellas.
En la inteligencia emocional, es necesaria la empatía la creación de nexos y vínculos con las personas que tenemos a nuestro alrededor. Esas conexiones nos facilitarán saber que pasa en nuestro entorno, comprenderlo y tomar decisiones teniendo todos los factores en cuenta.
Esa conciencia social también nos ayudará a conocer expectativas de todas las partes interesadas y poder acercarnos a su cumplimiento tanto si hablamos de las personas de nuestro equipo como de jefaturas.
GESTIÓN DE RELACIONES
En este sentido hablamos de como podemos influir a que las personas tomen la dirección correcta y de mantener todos aquellos factores que nos ayuden a tener al equipo en una misma dirección.
Dentro de esta gestión también se incluye la motivación y la inspiración,
El objetivo final es que un grupo de personas se convierta en un equipo manteniendo a sus miembros motivados y alineados con los objetivos. Para conseguirlo, deberemos gestionar las interacciones en base a nuestra autoconciencia y la de los demás integrantes del equipo.
¿Cómo trabaja un líder con la inteligencia emocional para ayudar a su equipo?
Inspira a las personas
Trabaja sus relaciones personas así como las interrelaciones entre el resto del equipo.
Se preocupa por conocer a las personas del equipo
Escucha activamente y trabaja para generar confianza y colaboración en gran parte a través de la comunicación.
Trabaja la confianza y la transparencia